jueves, 23 de septiembre de 2010

0 Valencia-Atlético de Madrid: tablas firmadas en un duelo muy parejo


Cuarta jornada de Liga y otra vez el partido con más atractivo de la jornada lo disputaba el Atlético de Madrid, ésta vez le tocaba visitar a uno de sus rivales directos: El Valencia, un equipo que tras un verano con muchas dudas y ventas importantísimas había comenzado la Liga de manera impecable. Empresa dura la que afrontaban los dos equipos y sin duda una piedra de toque para ambos equipos que luchan por objetivos similares.

Antes de entrar a analizar el partido, pretendo desmontar uno de esos grandes virus que asolan el fútbol. Hablábamos en el análisis del partido del Barcelona, que se antojaba inexplicable el experimento defensivo de Quique probando a Domínguez en el lateral, pues bien, otra regla del fútbol que confirmamos, los ataques de entrenador suelen ser muy nocivos para cualquier equipo que lo sufra.

Ésta vez el míster rojiblanco dejó las cosas en su sitio y pronto la cosa funcionó, si bien el Valencia saltó al campo con una intención más ofensiva que la del conjunto visitante, apenas inquietaba a una zaga bien colocada excelentemente ayudada desde el mediocampo gracias a las coberturas de Assunçao y Raúl García.

Después de los primeros minutos típicos de tanteo, mejor dicho, de tonteo (jamás entenderé por qué los equipos se regalan mutuamente esos primeros minutos) el Atlético logró adelantarse en el marcador, una magnífica jugada a la contra iniciada por Forlán, continuada por Antonio López y concretada por Simao. Rapidez, contragolpe y definición es igual a Atleti en estado puro. Corría el minuto veinte de juego y el partido se ponía franco para los de Quique. Cabía esperar que el Valencia adelantara líneas y el Atlético aprovechara los espacios como solo el sabe hacer. Y así ocurrió, el Valencia lo intentaba por banda derecha con Joaquín y Miguel y con un Mata muy activo entre líneas pero sin apenas éxito. Parece que este año por fin el Atlético tiene un equipo bien construido desde atrás y en esta faceta ayuda sin duda el fichaje de Godín que en apenas cuatro partidos ligueros se ha convertido en el comandante de la defensa. Lo que antes eran dudas, ahora es claridad y eso supondrá a final de liga muchos puntos para el conjunto rojiblanco.

Como decíamos, el Valencia lo intentaba pero el peligro corría a cargo del Atlético y en esa dinámica de juego llegamos a la jugada que pudo decantar el choque definitivamente. Balón a la espalda de Raúl García, fallo de César y Forlán presto a rematar. ¿Gol? No señores, un fallo que dejó esa sensación, que luego confirmaríamos, de que hay determinados campos en los que fallar ese tipo de ocasiones es un delito.

Tras este tremendo susto para un Valencia que todavía estaba temblando de lo que pudo ser y no fue y un Atleti satisfecho por una primera parte tremendamente seria se llegó al descanso.

Comenzaba el segundo acto como acabó, con el Atleti perdonando, Forlán volvió a marrar una clara oportunidad tras un magnífico recorte y el aficionado colchonero se lamentaba la poca puntería del uruguayo. No era su noche.

Pareció que esta ocasión fue el toque de corneta para el Valencia y el partido cambió radicalmente. Apareció un actor nuevo en el choque, cada vez más principal y cada vez más merecedor del Oscar, o del Goya, para que no se enfaden los amantes del cine patrio. ¿De quién podemos estar hablando? Del nuevo héroe rojiblanco: David de Gea. Inició el espéctaculo con una parada inverosímil tras un chut de Mata en el área grande, lo continuó cuando probó Soldado desde lejos y lo redondeó sacándole un cabezazo al propio Soldado en el área pequeña.

Preocupaba como el Valencia le había comido el terreno a un Atlético que cada vez era más incapaz de hilvanar una jugada. Y es en esta fase del partido donde se descubrió una vez más la carencia principal del Atlético 2010/2011: El fondo de armario, escaso no, escasísimo. Mientras el Valencia introdujo en el campo a Pablo Hernández, Jordi Alba y Soldado que aportaron ofensivamente, el Atlético introdujo a un Fran Mérida muy verde todavía y a Mario Suárez que no aportó nada nuevo al centro del campo. Lo avisé el día del Barcelona y lo repito hoy, la plantilla tan corta va a ser un quebradero de cabeza para Quique debido a las escasas variantes que oferta.

Tras este inciso, volvemos a un partido que agotaba sus minutos entre piscinazos de Mata, el constante achique del Atleti y la presión del Valencia que veía como volaban los puntos irremediablemente.

Cuando el Atleti se lo empezaba a creer, llegó la jugada del empate, un barullo en el flanco derecho valencianista, fue solventado por Albelda que puso un centro magnífico que no desmereció Aduriz con un perfecto cabezazo que se coló junto a la cepa del poste.

Conseguía el Valencia poner justicia en el marcador pero no se conformaba, al gol le siguieron unos minutos de ataques desorganizados pero constantes por parte de los locales. ¿Y ante esta situación que hizo el Atlético? Pues fácil y sencillo, replegarse aún más y dar por bueno un punto que si bien tras estar 60 minutos por delante en el marcador podía saber a poco, tras ver la segunda parte, se podía dar por bueno.

Finalizó el partido con un reparto de puntos satisfactorio para ambos. Un Valencia que lo vio pérdido durante gran parte del partido y un Atlético que tras dejar vivo al Valencia en la primera mitad, lo pasó muy mal en la segunda parte. El duelo que se planteaba para definir la alternativa a los dos colosos, de momento puede esperar.

La próxima cita del Atleti sera recibir al colista, el Zaragoza, pero eso es ya otra historia…

A.Briega

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