En un mero trámite no hubo nada importante para la general. Enganchones y equipos incompletos en meta la tónica del prólogo.
Contrarreloj por equipos. Y así empieza. No es que tengamos que admitir el concepto de que el primer día resulta un paseo. Es un momento para la exhibición, para demostrarnos que hubo un día en el que todos pudimos ser modelos. Ocurre al final de estas jornadas que la clasificación se asimila a un mazo de cartas. El As primero y después todo lo que pueda, quiera o haya sabido honrarle. Es una cuestión de supervivencia ,de saber estar. En conclusión y por hacer efecto Mourinho. Si pueden llegar 5 y puntuar ¿no es desgaste que lleguemos todos?
Ocurre pues con el maillot rojo, algo parecido a la responsabilidad de ser delegado en clase cuando nadie te conoce. La ropa pesa, los demás saben que te pesa y hay alguien por ahí, que te hace la rosca del favoritismo. Fulgsangserá quien admita que por unos radios más es el enviado, elegido y pertrechado para vestir la elástica colorada que da esos momentos de foto con las que cualquier madrina sueña.
Gano el Leopard en un tiempo que no sabemos si es bueno o si da la cara para la pasarela Cibeles. Cancellarahizo tan buena contrarreloj que se olvidó de ganar y dejó el paso para Fuglsang. La casualidad, tal y como admite el líder, es uno de los detonantes en los cuales poder verse este año de rojo. O nunca más. Nibali gano tiempo a Van den Broecke lo que a estas alturas equivale a encontrarse un mechero en una hoguera. Queda mucho que decir, y es que las presentaciones no dan para más.
Darío Novo
@Dario_Novo
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