viernes, 15 de junio de 2012

0 España 4-Irlanda 0. España recupera sensaciones a costa de Irlanda


Con nueve, sin nueve, con Torres, con Cesc. El empate contra Italia levantó mucha polémica. Ayer hacían faltan varias cosas: los tres puntos, recuperar el gol, recuperar jugadores, recuperar sensaciones… y todo salió a pedir de boca. Todo, empezando por la lluvia, que hizo que el césped pareciera tal cosa, y no el sembrado de patatas sobre el que nos enfrentamos a Italia. Salió bien hasta el calendario, puesto que enfrentarnos a Irlanda antes que a Croacia ha ayudado mucho a recuperar todas estas sensaciones, y quién sabe si a evitarnos algún dolor de cabeza.
Finalmente, Del Bosque se inclinó por la norma y no por el recurso. Porque jugar con un falso nueve es un gran recurso para momentos concretos si tienes jugadores como los nuestros, pero no por ello deja de ser una posible solución. La norma, la lógica, es que hay que ocupar todos los espacios del campo. Aquí ya es opinable qué características debe tener el delantero que ocupe ese puesto, pero es más fácil hacer goles con una referencia arriba, de eso no hay duda. Y fue Fernando Torres el elegido para ocupar ese puesto. El resto del equipo, el mismo que el del pasado domingo. Y el mismo Torres, a los 4 minutos del encuentro, robó un balón en el área, ganó por velocidad a un defensa hasta escorarse, y desde allí pegó un derechazo fuerte que entró por arriba. Velocidad y potencia en estado puro, un gol auténtico de la factoría del fuenlabreño, que sigue siendo el mismo que debutó como profesional con 17 años. La misma velocidad, la misma potencia, la misma entrega, la misma paciencia para sobrellevar las filias y fobias que levanta, la misma cara de niño, las mismas pecas, y las mismas carencias técnicas. Es por ello que, en torno a él, hay tanta discusión. Como dijo un entrenador suyo de las categorías inferiores, “es un delantero típico alemán, aquí extraña su juego”. Con el 1-0, y apenas 5 minutos de partido, todo se ponía de cara. España dominaba el juego mientras que Irlanda metía 10 jugadores por detrás del balón.
He aquí la dificultad. Contra equipos tan cerrados con las líneas tan juntas, en ocasiones somos esclavos de nuestro juego mal entendido. A saber. Con casi todos jugadores por detrás del balón, y apenas un par de metros entre líneas, es casi misión imposible querer entrar en toques cortos hasta la cocina. El juego de España no debe ser entendido como un fútbol de toque sin más, sino como un fútbol de toque para llegar a la portería rival. Es importante leer los partidos, y buscar siempre verticalidad y profundidad en nuestros movimientos. Y ahí, ahí, donde se cuece el fútbol de verdad, la realidad no nos lleva al famoso debate sobre si hay que jugar con nueve o sin él, ahí la realidad nos dice que un porcentaje muy alto del fútbol de España de debe a Iniesta y Silva. Estos dos jugadores mejoran a cada día que pasa. Cualquiera que los haya visto jugar hace no muchos años, se da cuenta de que se reinventan y mejoran registros a cada momento. Ahora mismo, a la técnica y al toque que ya le conocíamos dese hace mucho, podemos decir tranquilamente que Iniesta es ambidiestro, que tiene una tremenda arrancada y velocidad de conducción, que salga como salga del último quiebro su disparo es siempre limpio. ¿Y Silva? Resulta que ahora Silva tiene gol, que muerde arriba, que entra a rematar de cabeza. Lo dicho, un peldaño por encima del resto de los mortales. Y no sólo por sus cualidades, sino por cómo leen el partido. Ellos se dieron cuenta en la primera parte de que también existe el disparo de media y larga distancia, de que con unos centrales tan lentos y una defensa tan lineal había que buscar a Torres por velocidad en balones profundos, que había que esperar a los laterales para abrir el campo, y que hay que intentar el disparo a puerta siempre que se pueda. Y todo eso, todo, es importante que lo integremos al toque en corto, de lo contrario corremos el riesgo de formar un embudo en la frontal del área rival que no conduzca a nada.
Un factor importante en el día de ayer, fue la mayor participación de los laterales. Tanto Jordi Alba como Arbeloa se ofrecieron una y otra vez. La profundidad fue mucho mayor por la izquierda, ya que por la derecha ni el propio Arbeloa ni sus compañeros tienen confianza en que pueda llegar a línea de fondo con éxito. Por el contrario, Alba sí lo hizo, y bien, pero aún debiera atreverse más. Es un peligro constante, y con él Iniesta puede tirar paredes e inventar todo lo que quiera. Desde el gol de Torres hasta el descanso, España creó peligro, y cuando lo hizo fue siempre entrando por banda izquierda, o aprovechando algún robo de balón y saliendo con velocidad, como en el gol. Es decir, de marear la pelota no se vive, hay que abrir el campo, estar vivos y ser incisivos, y ahí Jordi Alba es un elemento clave. En esta primera parte, Irlanda apenas llegó, y cuando lo hizo Casillas resolvió con acierto.
En el segundo tiempo, mismo panorama. España, dueño y señor del balón, creando peligro, pero más vertical y profunda en su juego. En los primeros 20 minutos de la segunda parte fueron hasta cuatro las ocasiones claras para los nuestros. Ése es nuestro juego, nuestra seña de identidad. Finalmente fue uno el que cayó en ese tiempo, en el 49 concretamente. Silva aprovechó un rechace a la altura del punto de penalty. Desde allí sentó a cuantos se pusieron por delante, y definió abajo, raso, junto al palo. Golazo del canario, 2-0. Eran los mejores minutos de la rojigualda. Irlanda intentaba pasar el medio del campo con lo poco que tiene, lo cual nos fue beneficioso, ya que cuando robábamos era mortal para ellos. En una de éstas, llegó el tercero. Robo y pase en largo de Silva, que dejó a Torres mano a mano contra Given. 3-0, minuto 70.
A estas alturas del partido, entraron Cazorla y Javi Martínez. Para gustos están los colores, pero el navarro es un mediocentro defensivo más dinámico y está más fresco que el resto. En cuanto a Cazorla, pertenece a la escuela de Iniesta y Silva del fútbol vertical, y puede aportarnos muchas soluciones. No sería de extrañar verle arriba en alguna ocasión, y que Iniesta retrasara su posición. También entró Cesc por Torres. Pasamos a jugar sin nueve, un buen recurso con el partido avanzado y el rival cansado. Y vaya si lo aprovechamos. El propio Cesc hizo el cuarto repitiendo el mismo gol que hace años metió con la sub-17 ante Argentina, tras recibir en corto al primer palo un córner y resolver de disparo fuerte cruzado. Gran gol de Fábregas en el minuto 82. 4-0 definitivo y rotundo para España. Sensaciones recuperadas, y un próximo partido contra Croacia y su buen trato de balón. En dicho encuentro, valdría el empate para pasar. Pero como vengo escribiendo, el tremendo potencial futbolístico que tenemos y el infinito valor de la bandera que nos representa, exigen mucho de nuestro juego y de nuestras posibilidades. Me niego a sacar la calculadora.

Luis F.V.

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